A partir de 24 conceptos, el autor trata de definir la realidad compleja de la arquitectura china: lo grande, la monumentalidad, la novedad, la rapidez y lo barrato, heterotopías, incertidumbre, política espacial, sostenibilidad, urbanidad, movimientos de base, nostalgia, tectónica, regionalismo, pragmatismo crítico, cotidianeidad, lugar, informática, negociación, apoyo activo, improvisación, formalismo, lo "glocal" y lo chino.
Cargado de significado político y social, el nuevo espacio público chino busca un lenguaje propio entre su herencia cultural y la influencia occidental.
Desarrollada sobre una superficie de una hectárea, esta casa se puede entender como la materialización de las investigaciones del autor, interesado en el jardín chino tradicional y en sus elementos básicos. La extensión de la planta, en la que alternan los espacios cubiertos con los patios poblados por varias especies vegetales, recuerda la de los palacios antiguos, cuya gometría ortogonal y composición introvertida comparte.
Con veinte unidades residenciales, situado junto a un estanque en el solar que antes ocupaba un almacén al aire libre, el complejo viene a responder a la creciente demanda de espacios para que los artistas vivan y trabajen. Las unidades se forman por el apilamiento de volúmenes conectados entre sí: un prisma rectangular contiene el taller mientras que otro, de geometría compleja, alberga el programa doméstico. La sumatoria de unidades crea una serie de espacios intersticiales que los artistas pueden ocupar para otras actividades.
El diseño es una interpretación conceptos y elementos de la cultura y la construcción china. El proyecto está inspirado en un caracter chino que significa cóncavo y su forma es la de un cubo de ladrillo con todas las aguas de la cubierta inclinadas hacia el centro. Tres patios interconectados favorecen que todas las vistas se dirijan al interior del edificio.
Situado en uno de los nuevos distritos creados sobre terrenos ganados al desierto de Gobi, el museo responde al particular planteamiento urbano de la zona. En la rigidez axial de su entorno, la forma de bulbo orgánico se constituye como foco de atención. A ello contribuye su situación sobre un podio y el revestimiento extreior de lamas de acero. El interior goza de un carácter introvertido; los lucernario permiten iluminar las galerías.
El museo se sitúa en uno de los nueve cuadrados en los que se ha divido la parcela. Se organiza en función de un módulo de 12 m de lado, inspirado en una malla tradicional china -Lifang-. Los módulos resultantes se manifiestan autónomos, generando entre sí estrechos intersticios caracterizados por la textura dorada de los paneles de hormigón de los muros.
Las dos piezas del centro de visitantes flanquean la carretera y se colocan en la estrecha franja de tereeno existente entre el río y las montañas. Su construcción se llevó a cabo utilizando técnicas vernáculas de bajo coste.
Concebido como un pueblo en miniatura, el museo está compuesto por ocho piezas que dejan entre sí estrechos pasajes. El recorrido del visitante se torna en una experiencia en la cual los interiores se entremezclan con visiones puntuales del paisaje, resaltando de este modo la dependencia que tiene la artesanía del papel en su entorno. Se han tomado en cuenta criterios de sostenibilidad para lo cual se ha priorizado la utilización de materiales locales: madera, bambú, piedra volcánica y papel.
El Tolou es una tipología de planta cerrada y habitualmente circular, utilizada para alojar viviendas en pequeñas comunidades que debían protegerse de asedio exterior. Las habitaciones se dsiponían en el perímetro, dejando el espacio central para otras construcciones y para el uso comunitario. La utilización de esta tipología para el proyecto, dota al edificio de unidades de vivienda con una superficie muy ajusada pero con espacios de uso común diversos: biblioteca, sala de computación, terraza jardín, etc. Para favorecer la iluminación y la ventilación naturales sin perder el carácter hermético se utilizaron celosías de hormigón.
El nuevo campus acoge varias facultades dependientes de la Academia de Bellas Artes. El proyecto se desarrolló en dos fases, tomando en cuenta especialemente los espacios abiertos y difiriendo en su composición: las piezas de la primera son regulares mientras que las otras son más expresivas. El cuidado por el detalle y la integración del conjunto en su entorno se manifiesta en la elección de materiales, que en buena medida provienen de demoliciones.
Por su escala reducida y su imagen rústica -ladrillo como acabado y cubierta fragmentada-, el centro comunitario contrasta con los bloques de oficinas y casas del entorno. El objetivo del proyecto es propiciar los encuentros entre residentes en tres edificios, uno de ellos de planta rectangular y otros dos de planta cuadrada. Al rotar los volúmenes entre sí se desdibuja la sencillez del conjunto.
El edificio se organiza en dos bloques longitudinales y zigzagueantes separados por un estrecho espacio que sirve como acceso y también como huerto. El bloque más estrecho contiene espacios administrativos y de apoyo y canaliza las circulaciones verticales a través de un juego de rampas, iluminadas cenitalmente. Las aulas y sus servicios ocupan el volúmen más ancho, disponiéndose en forma escalonada Esta condición se manifiesta en la facahada con los patios a distinto nivel adosados a cada una de ellas.
Ubicado en una nueva área del Distrito de South Bund, el Waterhouse es un hotel boutique de cuatro plantas con 19 habitaciones construído en un edificio del ejército japonés de lo años '30. El edificio original ha sido restaurado y se ha añadido una planta sobre la estructura existente. El diseño interior se expresa a través de la disolución y la inverisón de los ámbitos interio/exterior y público/privado para proporcionar al visitante una experiencia espacial particular.