El museo se sitúa en uno de los nueve cuadrados en los que se ha divido la parcela. Se organiza en función de un módulo de 12 m de lado, inspirado en una malla tradicional china -Lifang-. Los módulos resultantes se manifiestan autónomos, generando entre sí estrechos intersticios caracterizados por la textura dorada de los paneles de hormigón de los muros.