El proyecto plantea la recuperación de los espacios públicos degradados, marcando una zona exclusiva para tráfico peatonal, cuyos límites corresponden con exactitud a los marcados por el trazado medieval de la ciudad. También supone la puesta en valor de una sucesión de plazas concatenadas con una solución que da continuidad al recorrido mediante el uso de un sólo material, el travertino local, con el que están construídos todos los edificios históricos. Se recupera además la red de acequias que dio origen a la trama medieval.