El proyecto permite recuperar el ámbito original de la época romana respetando los elementos arqueológicos que constituían el antiguo espacio sacro formado por el templo, los estanques laterales, el criptopórtico y el muro romano que ahora quedan incorporados en la plaza pública, flanqueada por la nueva intervención. El edificio se resuleve con uan pieza que rodea al conjutno arqeuológico, cosiendo el borde la ciudad. La construcción nueva se eleva, enrasándose con la cota del basamento del templo para favorecer el campo visual de los visitantes y dotar de sombra a la palza.