Dentro de un sector patrimonial de la ciudad, que se constituye como un atrayente polo cultural, se inserta el edificio de manera respetuosa pero a la vez contrastante con las edificaciones existentes. El espacio público se entiende configurado como la ocupación perimetral de la manzana. El volúmen del edificio se compone de dos partes: una barra que contiene el espacio museológico y una base que aloja la producción, lo administrativo y las actividades de soporte.