En un emplazamiento natural privilegiado e integrada con un nuevo centro de formación para empleados de Telefónica, se alza una residencia universitaria con hechura de hotel: 180 habitaciones con vistas hacia el paisaje, un área de recepción con lounge para el encuentro tras las clases. El aulario se sitúa en un edificio preexistente que cumplía esa misma función actualizado para adaptarse a las nuevas tecnologías.