El resurgimiento del centro minero gracias al turismo motivó el diseño del nuevo mercado para vendedores ambulantes que se encuentra al inicio de la calle principal, ordenando el acceso situado a la salida del túnel que lo comunica con el mundo exterior. El conjunto consta de dos piezas de dos plantas de altura; las plantas altas suman treinta locales agrupados en torno a patios que se abren como zaguanes a la calle principal. La planta baja está pensada para alojar locales que se abran a la plazoleta. La construcción se basa en la técnica tradicional de estructuras portantes e piedra mampuesta.