La primera escuela de Gando necesitó ampliar sus instalaciones; el nuevo edificio aplica los mismos principios climáticos que la anterior: protección de la cubierta y los muros frente a a la radiación solar y ventilación cruzada. La cubierta metálica se separa de la cubierta cerámica de las aulas permitiendo la ventilación del espacio intermedio, lo que reduce la temperatura del interior; entre las aulas se disponen espacios de recreo cubiertos, donde los alumnos pueden descansar, jugar o leer protegidos del sol. Toda la aldea participó en la obra.