El proyecto surge de la dispnibilidad de un terreno en la ciudad de Santa Ana y la reutilización de dos contenedores; la estrtegia proyectual superpone los artefactos al entorno natural como si fuera una instalación efímera. Los mismos se disponen sobre pilotes para nivelar la leve pendiente de la parcela y se orientan con las aberturas en oposición a la calle, abriéndose al interior. La distribución de volúmenes se completa con un tercero para servicio sanitario, construído en mampostería tradicional.