A partir de la demanda de un inversor, se escogieron cuatro islas para desarrollar propuestas para complejos turísticos de cinco estrellas. Además de distintos tipos de alojamientos, como villas sobre el agua y bungalows en la playa, el programa incluía tres restaurantes, un conjunto termal, una piscina, una escuela de buceo, zona de servicios y habitaciones para empleados.