La obra, un edificio de diez unidades, consiste en una caja de vidrio rodeada de verde. El terreno entre medianeras, una de ellas sobre las vías del ferrocarril, permite acomodar el edificio en forma de C, consiguiendo una fachada de 25 m de largo. Por la baja densidad, se privilegió la diversidad y la particularización de cada unidad. La fachada verde incide sobre la calidad medioambiental.