Ubicado en un barrio residencial de la ciudad, el edificio alberga ocho departamentos de dos niveles a los que se accede a través de una planta libre que funciona como estacionamiento nocturno y zona de juegos durante el día. Una amplia terraza dispuesta en la fachada principal genera un espacio intermedio protegido que actúa como filtro entre interior y el entorno urbano gracias a la colocación de un sistema de parasoles horizontales de vidrio.