El encargo consistía en un nuevo edificio para la Academia de Ciencias que reemplazara al dañado en un terremoto. El estudio Renzo Piano Building Workshop proyectó un complejo que conserva tres elementos históricos de la Academia como testimonio del pasado que se articulan mediante una plaza con la intervención nueva. Las estrategias de diseño se basaron en la sostenibilidad, adoptando un enfoque integral: desde el reciclaje de los materiales a la búsqueda de iluminación y ventilación naturales pasando por el uso eficiente del agua y la generación in situ de energía. La cubierta ajardinada y ondulada caracteriza la intervención.