El proyecto consiste en la remodelación de un complejo residencial construído en los años '60, reemplazando pequeñas unidades y aumentando el rendimiento. Para dar respuesta a la problemática de la densidad, los arquitectos holandeses ensamblan estas 223 células al modo de un gigantesco juego de tetrick. Las caras interiores del complejo y las unidades que dan hacia los grandes vanos están revestidas con cerámicos texturados blancos mientras que la envolvente exterior es oscura y vidriada.