El autor reflexiona acerca de las nuevas condiciones vinculadas a la seguridad que se imponen para habitar en las ciudades actuales lo que genera un urbanismo de fragmentación.
Concebida como una torre condominial de lujo, cada una de las diez unidades ocupa un nivel completo. El volúmen de once niveles se levanta sobre el esatcionamiento subterráneo y en la planta cero se ubican las áreas comunes: lobby, salas de reuniones, SUM, gimnasio, piscina, solarium y jardines.
El conjunto se ubica en el balneario de Cachagua en un terreno con pendiente. El partido general consistió en dividir el terreno en cuatro partes, una para cada casa y la cuarta como conectora entre ellas y como espacio intermedio a través de un recorrido de escaleras. La propuesta adquiere sentido y tensión en el recorrido dsiponiendo los recintos de servicio hacia la espalda para dejar libre la fachada que contiene las mejores vistas colocando el programa de mayor relación con el exterior.
El desafío del proyecto consistió en resolver viviendas colectivas entre medianeras en un lote pequeño, de 13,5m x 30m maximizando la cantidad de unidades y optimizando los estacionamientos. Se desarrolló un bloque compacto de 7 niveles; siguiendo criterios de versatilidad y flexibilidad la planta se dividió en cuatro cuadrantes, en cada uno de los cuales se ubicó una unidad. Las viviendas se organiza en franjas longitudinales de servicios, disponiendo los espacios servidos hacia las fachadas y los servicios hacia el interior.Los espacios comunes -parrilla, pequeño núcleo sanitario, equipamiento-se ubican en la terraza.
El edificio se encuentra en una manzana irregular, frente a una pequeña plazoleta, lo que prefigura las decisiones de proyecto: generar vínculos que propicien la interacción y la integración de la obra en el paisaje inmediato. La planta baja es libre, el espacio semicubierto fluye desde la vereda hasta el patio central de uso común. Siete viviendas en dúplex se ordenan en una grilla regular de cuatro niveles.
El encargo consiste en un edificio de viviendas de siete niveles, con unidades con distintos requerimientos programáticos que alternan una planta o dúplex, terraza y espacios comunes. La idea fue proveer de uan serie de casas en las que dimensiones, relaciones, iluminación, expansiones tomaran características propias. La presencia categórica de espacios abiertos, como comtinuidad de los interiores, incorpora la dicotomía entre individual-colectivo.
El arquitecto, director de Proyectos y Obras de la Empresa Municipal de la Vivienda y el Suelo de Madrid, comenta las políticas llevadas a cabo por el organismo.