El autor reflexiona sobre la relación entre los espacios arquitectónicos en los cuales se pueden desarrollar actividades culturales y la sociedad a lo largo de la historia reciente.
Recuperación de un antiguo molino harinero y anexión de dos bloques, perpendiculares entre sí para alojar el programa de un museo-escuela . En el volúmen principal se preservó la maquinaria original y se ubicaron las actividades de esparcimiento: bar, panadería y cafetería.
El edificio se ubica dentro del campus de la Universidad de Oaxaca, articulando la relación entre el centro cultural y la explanada de juego de pelota que se utiliza los fines de semana como espacio público. La composición de la escuela se basa en una trama que relaciona 16 volúmenes a través de plataformas: los edificios perimetrales alojan los usos complementarios como administración, mediateca mientras que los centrales se reservan para talleres, aula magna y galería que actúa como expansión y conexión del complejo.
El complejo consiste en una serie de artefactos geométricos que se enlazan entre sí dejando espacios vacíos y conformando pieles que cumplen múltiples funciones. La sucesión de aulas es opuesta al ritmo variable de parasoles y placas que limitan los espacios de circulación. Los espacio abiertos se interconectan tanto en horizontal como en vertical.
El diseño de la escuela, ubicada en un paraje distante de otras poblados, parte de la premisa de atraer a los niños lugareños a través de imágenes y actividades cotidianas. El programa es particular ya que requiere crear un espacio que permita a un docente dar clases a ninños de diferentes edades y niveles de aprendizaje. Formalmente la escuela surge de una base cuadrada elevada del terreno; las envolventes se conforman por cuatro triángulos dispuestos para lograr equilibrio estructural y al unirse con una cumbrera generan la pendiente necesaria para la realización de la cubierta. Se trabajó con materiales y técnicas constructivas locales por temas de economía y apropiación de la obra.
Con ciertas condicionantes como la seguridad y privacidad del edificio, un presupuesto acotado y la premisa de mantener la mayor cantidad de jardín posible, el edificio paar la productora de cine Lita Stantic Producciones se instaló detrás de la tapia existente, provocando un juego de espacios interiores iluminados naturalmente para lograr matices y distintos climas.
En la entrevista, el arquitecto portugués reflexiona sobre la arquitectura vinculada a programas culturales, sobre su proceso creativo y opina sobre la arquitectura latinoamericana.