La autora reflexiona sobre la producción del estudio chileno a partir de distintos ítems: estrategias de lenguaje, estrategias espaciales, materiales y detalles y renovando la experiencia moderna.
Vivienda mínima compuesta de dos volúmenes definidos por su materialidad, que se inserta en un paisaje generado por plantaciones de árboles frutales que definen la apertura y expansión de los recintos domésticos.
En la vivienda se diferencian tres niveles de uso: un zócalo que sustenta la casa, una caja vidriada que sobrepasa ese basamento y contiene las funciones habitables y un tercer nivel para el dormitorio principal.
La bodega temporal de frutas es un depósito de almacenaje temporario de las frutas que se cosechan en el predio; se proyecta a partir de un volúmen rectangular dividida en cinco compartimentos.
La casa de huéspedes y juegos sirve de paoyatura a la casa principal. El programa consiste en dos dormitorios con sus respectivos baños, cocina y un baño de visitas más una zona de estar que incluyera mesa de billar y otros juegos.
En entrevista, los integrantes del estudio reflexionan sobre las influencias disciplinares, los prinicpios que rigen su producción, como abordan el proceso proyectual, la formación de futuros profesionales, los concursos, la problemática de la vivienda y la ciudad en América latina.