La condición estrecha del lote llevó a organizar la construcción en dos bloques. El primero, se separa del suelo, uniendo la vereda con el patio de circulación. A pesar de la escasa dimensión, el edificio cuenta con cuatro tipos de unidades que se duplican simétricamente.
El comitente decidió construír dos viviendas en una parcela donde funciona la empresa familiar. Además de incorporarse al proyecto la fábrica no podía dejar de funcionar durante el proceso de construcción por eso se decidió liberra la planta baja. Ambas viviendas se organzian en torno a un único ambiente que prevé la posibilidad de ser subdividido.
La familia quiso recuperar esta vivienda de tipología "chorizo" en el centro de la ciudad; se reutilizó la estructura en L en torno al patio, las fundaciones y los muros de carga y cerramiento. El programa de necesidades exigió la construcción de un entrepiso.
El barrio se organiza axialmente respecto a un lago artificial en uno de cuyos extremos se encuentra una porción de tierra semicircular que define el área de actuación. Frente a estas condiciones el proyecto plantea la ampliación del lago y la construcción de un pabellón aislado dentro del mismo. El programa incluye gimnasio, bar y spa.
El comedor para el personal administrativo de la Universidad de Moron se resuelve como una pieza liviana, de fácil montaje, de piel tramada que se ubica en la azotea del edificio institucional.
La casa se concibe como un objeto sensible. La percepción del paisaje circundante organiza el programa como una sucesión de espacios contínuos en una espiral ascendente de 360ğ que acompaña el desarrollo del horizonte. La complejidad formal y tectónica de la casa resulta de la repetición de cuatro erosiones geométricas alternadas en cada cuadrante de la masa que refuerzan el sentido rotacional del proyecto.
El edificio, situado sobre un acantilado, debe compatibilizar un programa privado de vivienda y uno público, un centro cultural. Debido a la implantación y a los recursos disponibles, se optó por el uso de técnicas simples y una organización espacial basada en un grueso muro perimetral que contiene servicios y circulaciones y deja liberado el espacio central, apto para múltiples funciones.
El programa se concentra en un prisma unitario de tres plantas que ocupa el punot más elevado del terreno para superar visualmente la masa de árboles nativos que ocupan la zona baja. Los dormitorios están disgregados; el nive intermedio funciona como un podio y aloja las actividades sociales.
La experimentación con los materiales y la vinculación con el paisaje condicionan la morfología de los distintos proyectos domésticos del equipo. El programa, previsto para una familia ensamblada, se resuelve en un prisma irregular de tres niveles, que dejan a los lados las escaleras y servicios y trabajan en los extremos las funciones que requieren de mayores superficies: estar, comedor, dormitorio principal.
El proyecto se origina de las particularidades del territorio, su pendiente, su vegetación, sus vistas y los requerimientos del comitente quien permitió redefinir el programa de una vivienda unifamiliar a una vivienda unipersonal desde donde alejarse de la ciudad y vivir en relación con el paisaje.
El edificio es un gran organismo inserto en un ecosistema local y capaz de generar otro ecosistema propio y más complejo mediante la recuperación de aguas de lluvia y del terreno que son drenadas, tratadas y reutilizadas. Dos volúmenes simples conectados por una pasarela metálica resuelven el programa. El conjunto se precipita hacia el frente generando un vacío para el aceso. La particularidad de la imagen la compone la envolvente de material vegetal.
La casa, ubicada en un terreno con una fuerte pendiente en medio de un bosque natural, reúne en su programa dos actividades: vivienda y trabajo. Ambas actividades se separan por planos, se accede por una terraza que permite la vinculación entre funciones. La parte más privada del programa doméstico se ubica en el nivel inferior en contacto directo con el bosque y el arroyo.
El proyecto debía atender a un programa flexible además de ser un lugar para exponer jardines y orquídeas nativas. El pabellón se organizó en leyes y patrones geométricos que permiten definir la creación de un módulo en planta conformado por siete hexágonos; su repetición permite definir el crecimiento y expansión, el control perimetral y la organización del programa.
We can Xalant es una hipótesis acerca de las dimensiones de la visibilidad. Consiste en la puesta en evidencia de una constelación de recursos y personas que forman parte de un mismo ambiente en la sospecha de que su proximidad esconde configuraciones relacionales, afinidades latentes y proyecciones objetivas.
Uno de los objetivos de la intervención fue cumplir con el requisito de construcción de una piscina manteniendo la matriz de la casa-patio preexistente.